domingo, 16 de noviembre de 2014

Entrelazados - Capítulo 32

Instantáneamente y sin pensarlo, Bautista se sentó de manera brusca, despertando a Vera. Ella estaba completamente vestida y toda transpirada, y se levantó exaltada por la fuerza repentina del joven. Bauti le pidió disculpas por despertarla, pero le había llamado poderosamente la atención haber terminado así. Corrió a buscar su remera y se la puso.
- ¿Qué pasó? ¡Qué calor hace acá!.- exclamó en voz baja para no despertar ni a Pache ni a Maca, quienes dormía plácidamente en la cama, completamente destapados y semi desnudos. 
Vera se puso de pie y caminó hacia la mesa de luz de Macarena, donde estaba ubicado el control del calefactor. Luego, se volvió a sentar en el colchón del piso.
- Se ve que te sacaste la remera en medio de la noche del calor que hacía...Encima estábamos tapados.- comentó ella entre risas.
- No pasó nada, ¿no?.
Vera negó con la cabeza.
- No, quedate tranquilo. Ni te conozco aparte.
Bautista suspiró más relajado. Miró su celular y eran las siete y media de la mañana.
- Uh, es re temprano.- comentó Bauti mientras pensaba qué hacer.-No importa igual, ya me desperté.
Vera sonreía simpáticamente.
- ¿Hablás solo?.- preguntó.
- No.- dijo Bauti dedicándole una sonrisa.- Te estaba hablando a vos.- comentó mientras se acercaba a la ventana.- Ya no llueve y tiene pinta de que va a ser un día hermoso.
- ¿Vivís por acá?.- preguntó Vera.
Bauti asintió y le respondió que vivía a quince cuadras aproximadamente.
- Uh, buenísimo, porque yo dejé mi auto estacionado cerca del club y no sé bien dónde es...- agregó la joven.- ¿Me dirías cómo ir? No soy de acá.
- Sí, obvio, ¿vamos ahora? Te acompaño.
- No hace falta, eh, posta.- dijo Vera.- Con que me expliques cómo ir ya me alcanza.
- Dale, Verónica, no hay drama.
Luego de haberle dicho "Verónica", la muchacha se rió bastante fuerte, provocando que Pache mire de reojo pero se vuelva a dormir, abrazando a su novia.
- Me llamo Vera...No Verónica.- le corrigió.
- ¿Vera es un nombre?.- preguntó Bauti en serio. Ella asintió.- ¡Pensé que era el apodo de Verónica! ¡Qué salame!.- ambos continuaron hablando entre risas. 
Al momento de irse, Bauti movió un poco a Pachetti para que se despierte, pero éste simplemente lo miró unos segundos.
- Amigo, nos vamos. Sigan durmiendo que no son ni las ocho todavía.
Pache levantó el dedo pulgar en señal de que lo había escuchado, se dio media vuelta y continuó durmiendo.
En el transcurso de la casa de Maca hasta el club, Bautista pasó por un kiosco veinticuatro horas y se compró puchos. Vera le pidió uno y ambos fueron caminando mientras se fumaban aquellos Marlboro.
- No son muy ricos, me gustan más los Philip Morris.- dijo la muchacha.
- No me gusta el nombre Philip.- comentó Bautista con mala cara.
Ella se rió, sin comprender, pero prefirió no preguntar. Era evidente que algo de eso lo perturbaba y la realidad era que sí: Philip en español significaba Felipe, por lo que fumar un cigarrillo le recordaba al hijo de puta de Felipe Van Dumont, y eso derivaría en pensar nuevamente en Celeste. Los pensamientos de Bauti estaban inmersos en su ex novia y ya estaba a punto de estrujarse su corazón, cuando Vera interrumpió su maquineo constante.
- Las mejores conversaciones siempre surgen de ofrecerle al otro ir a fumar un pucho, ¿sabías?.- dijo ella en tono simpático.
Bauti dio una larga pitada y miró a la joven de reojo, asintiendo.
- En realidad, no sabía, pero es un muy buen dato.- luego, miró el humo que salía de su nariz y observó detenidamente al cigarrillo que tenía en su mano.- Es un gran compañero.
- Sí, lástima que haga tanto mal.
- Todo lo que me gusta me hace mal, así que no me sorprende.
Otro dato más que llamaba poderosamente la atención de Vera, pero prefería no ingresar en temas complicados que, de hecho, tampoco le interesaban. El resto del recorrido fue bastante lento. Los jóvenes disminuían su paso cada vez más, así podían hablar y conocerse. Ambos se presentaron formalmente con nombre y apellido, contaron sus hobbies, si estudiaban o laburaban...Un poco más de lo mismo de siempre a la hora de conocer una persona. Vera era una joven muy curiosa, y moría de ganas por saber qué pensaba Bautista sobre los Philip Morris o saber por qué todo lo que le gusta le hace mal y qué significa que eso ya no le sorprenda, pero no correspondía hacer esas preguntas, amenos que él las responda de la nada, sin la pedida de explicaciones de ella.
Bautista, mientras tanto, seguía llamándole poderosamente la atención cómo una chica tan hermosa como Vera y de la posición social en la que se encontraba no la hacían ser una chica engreída y soberbia...Al contrario, Vera era muy dulce, cálida para hablar y no parecía tener la nariz tapada o una papa en la boca al pronunciar.
- Es que no nací en cuna de oro tampoco.- dijo ella entre sonrisas mutuas, en el momento que surgió el tema familiar. Bauti le hizo saber lo mucho que lo sorprendía su personalidad.- Mi papá nació en la villa, y yo de chica vivía en un barrio re marginal del conurbano. De grandes los dos, mi mamá y papá, se pusieron a estudiar y a laburar un montón. Hicieron trabajos re estresantes, se metieron en muchísimos préstamos y todo, pero fueron progresando día a día hasta tener todo lo que tienen hoy y poder darse las comodidades que quieran.
- Se lo merecen entonces.- comentó Bauti.
- Sí, obvio. Supongo que haber crecido sabiendo esto y mis viejos queriendo que yo no sea una malcriada, lograron que no me crea superior sólo por tener plata. No me parece lo más importante del mundo tampoco...
Mientras Vera seguía hablando, Bautista ya seguía en su mundo, pensando cómo viviría él si tuviera una mamá, un papá...Nuevamente fue interrumpido por las palabras de la muchacha, puesto que se estaban acercando al coche.
- Subí que te llevo hasta tu casa.
- No, no te hagas drama.- dijo Bauti yendo a abrirle la puerta para que se suba. Era todo un caballero, y este gesto a Vera le agradó.
- Dale, Bau, son un par de cuadras nada más. No me cuesta ni un poco de nafta.- comentó Vera sonriendo.
Bauti le devolvió el gesto amable y para no ser maleducado, subió al auto. Una vez llegados a la puerta de la casa de él, se saludaron con un beso en el cachete, se agradecieron mutuamente por los favores hechos esa mañana y acordaron verse prontamente en alguna fiesta del club o en algún cumpleaños próximo de un amigo en común.

A Celeste le costó unos pocos segundos dormirse, pero en medio de la madrugada, un molesto ladrido de perro la despertó. Dio un par de vueltas en la cama y volvió a acomodarse para continuar durmiendo, pero el ladrido se transformó en llanto, así que junto a su mamá María Sol, se levantaron de la cama y salieron a la calle. Allí, recostado en el umbral de la casa, había un perro que simulaba ser un labrador blanco, con una patita lastimada y la mirada triste y perdida. Sin dudarlo, madre e hija lo metieron en la casa, limpiándole con una manguera las patas llenas de barro. Buscaron algo de carne de las sobras de la cena y en un tarrón le pusieron agua. Celeste corrió a buscar el botiquín de primeros auxilios y allí tenía vendas para cubrir la patita lastimada del perro. Ya sabía perfectamente qué hacer con él.

Nicolás no pudo pegar un ojo en toda la noche. Se la pasó pensando en la noche del club, en las locuras de Malena, en la visita repentina de Santino, en las trompadas con él, en las miradas de Rocío a Lauti, en los ojos azulados y verdosos de Vera...Quería irse al parque a pensar mirando las estrellas, pero la lluvia lo había impedido y cuando salió el sol y cesó el goteo de agua, ya era de día, así que ahí decidió dormir.
Una vez que se levantó, alrededor de la una de la tarde, almorzó con su familia y luego tuvo un impulso. Marcó un número de teléfono y llamó.
- Hola...Em...¿nos podemos ver en un rato?.- preguntó, dudoso y temeroso. Para su suerte, la respuesta del otro lado fue positiva, accediendo al encuentro.

Estaban tan sorprendidos con la decisión de su hija, que lo único que hicieron María Sol y Mario, es abrazarla y contenerla, sobre todo ella.
- Es hermosa esta propuesta, Celes.- dijo su madre.- Estoy feliz por vos.- luego de decir esto, giró su vista a Felipe.- Yo sabía que tu regreso iba a traer cosas buenas.
Si bien tanto María Sol como Mario adoraban a Bauti, no pasaron tanto tiempo con él como con Felipe, ni había demostrado tanto interés en el futuro de Celeste como está haciendo su verdadero yerno.
- Es un poco fuerte este cambio.- dijo Mario, serio.
- Sí, ya sé, pá.- dijo la morocha, tomando de la mano a su padre.- Pero ustedes saben que siempre deseé esto...Y ahora se me presentó tan fácil, tan...
- ¿Y...? ¿Y el otro...?.- preguntó María Sol, dubitativa.
Felipe y Celeste se miraron. Ella no se animaba a responder, tampoco entendía cómo había pasado todo tan rápido, pero simplemente pasó. Aún quiere muchísimo a Bauti, y posiblemente si lo vea le diría muchísimas cosas, pero tenía razón en dejarla ir, en dejarla volar...Quizá en este presente no pueden estar juntos, pero un futuro nadie sabe. Felipe se antepuso y decidió responder.
- No fue nada. Fue algo pasajero, ¿no, Celes?.
La pregunta de Felipe la tomó completamente por sorpresa, pero simplemente se limitó a mirar un punto fijo y asintiendo con la cabeza, mientras pensaba en qué podría sucederle a Bauti en su mente cuando se enterase que en tres días estaría viajando a Estados Unidos...y con Felipe.
Una vez que quedaron solas charlando en el living, María Sol abrazó fuerte a Celeste.
- Estoy tan feliz por vos, hija. Te merecés todo.
La morocha se sonrojó...Los elogios de su madre eran totalmente exagerados.
Luego de una charla de alrededor de cuarenta minutos, mientras el perro, al que le pusieron el nombre Floyd, jugaba con un muñeco viejo de Celeste, ella le comentó a su madre lo que quería hacer con el perro, y la decisión fue bien aceptada por María Sol.

La noche de Santino había sido una real mierda, así que, por más que odie los almuerzos familiares, decidió ir a lo de sus padres así al menos se enojaba con ellos y no con él mismo por haber sido tan pelotudo de caer frente a esa loca de Malena...Encima Nicolás le había contado todo esa noche, y sabía que era la misma piba, para colmo el chabón le había caído muy bien, pero toda esa secuencia en la fiesta del club no había ayudado en absoluto a la integración de Santino al plantel.
Por otro lado, nunca imaginó que el destino iba a ser tan turro como para cruzar en la misma fiesta a Malena, Rocío, Nicolás y el ex de la rubia en el mismo lugar junto con él, y que terminarían moliéndolo a trompadas...¡Qué locura! ¡Qué mala manera de empezar a sociabilizar!.
A Malena optó por no hablarle más. De hecho, la bloqueó de todos lados y restringió sus llamadas para que no vuelva a tener más contacto con ella aunque si van al mismo club a entrenar, es un poco imprescindible cruzarse, pero eso no le afectaría a Santino en absoluto: la ignoraría y ya. 
Para terminar de solucionar todo, esperaría al día siguiente, el lunes, para ir a entrenar como si nada hubiera pasado y ver si tendría la oportunidad de arreglar las cosas con Nicolás y con el ex de la rubia...Ah...la rubia. Era infartante de verdad. Tan hermosa como histérica y gritona...¡Pero cogía como los dioses! Y además tenía un cuerpo maravilloso, lástima esa voz de pito y el quilombo del video, porque sino seguiría hablándole, no podía quedar todo sólo en una noche de borrachera.
Luego de almorzar con sus padres y de hablar para empezar a colaborar en la empresa familiar, Santino subió a su auto y volvió a su casa, pero como era un día tan lindo luego de tanta lluvia, optó por salir a correr por el parque más cercano a su departamento.

- La primera vez que salimos solos fue acá, ¿te acordás?.- preguntó Nico.
Rocío aún estaba tensa y no podía creer que la haya invitado a salir y a verse...Mucho menos a charlar. Nicolás le había dejado en claro apenas la llamó que no quería nada más que verla para relajarse y hablar, sobre todo luego de la noche fatal que ambos habían atravesado.
- Gracias por acompañarme anoche...Y perdón por exponerte tanto con todo.- dijo Rocío, apesadumbrada.- Nunca quise meterte en tantos quilombos.
Nicolás sonrió de costado y le acarició un hombro tiernamente.
- La que me mete en quilombos es Malena, no vos.
Casi sin darse cuenta, Rocío notó cómo las lágrimas caían de su cara. Nicolás no entendía el motivo, y creía que él había dicho algo desubicado o que la lastimó, pero la realidad era que la rubia estaba destrozada por dentro. La habían humillado públicamente con todos sus amigos y conocidos, perdió su dignidad estando con un chico que ni conocía, su carrera en la facultad que le salía todo mal y no le agradaba la institución, Lautaro y Nico que resignaban todo por estar junto a ella y no poder decidir a cuál quería más...Para empeorar las cosas, estaba confundida entre su novio de hace casi dos años y un pibe que conoció hace un par de meses de pura casualidad, con el que nunca se habían siquiera besado...Era tan loco todo. Rocío tenía muchas cosas en la cabeza, por lo que llorar parecía ser su única fuente de desahogo. El único problema es que se ponía a llorar en cualquier lado: el jueves anterior, mientras iba a la facultad y escuchaba una canción que le había dedicado Lauti, se puso a llorar en medio del colectivo y una anciana le tuvo que dar un pañuelito porque era terrible lo mucho que lloriqueaba. Retomando al parque, Nicolás intentaba consolarla, le corría el pelo de la cara y le acariciaba los cachetes, diciéndole que se tranquilice y que le diga qué le sucedía, pero Rocío ni siquiera sabía cómo explicarlo o qué decir, y sólo salían de su boca palabras sueltas e inentendibles que no tenían coherencia entre una y otra. Nico seguía insistiéndole para que le cuente lo que sucedía. Rocío respiró hondo, tiró su pelo para atrás, se secó los ojos con la mano y miró al joven mientras se sentaban en el pasto, frente a frente.
- Te quiero hacer una pregunta.
Nico frunció el ceño, otorgándole a sus cejas una forma arqueada. Luego asintió, dándole pie a Rocío para que haga la pregunta.
- ¿En qué va a terminar tu relación con Lautaro si yo te elijo a vos?.- a Nicolás lo sorprendió por completo la pregunta de Rocío. A decir verdad, nunca se habían detenido a pensar o a conversar entre ellos para saber qué pasaría en su amistad.- No te olvides que vos me conociste por ser la novia de él, entonces supongo que no te va a chocar tanto si nos seguís viendo juntos...En cambio él...
- ¿Qué me estás queriendo decir?.- interrumpió Nicolás.
- ¡No, no! ¡Nada! De verdad, es sólo una pregunta.- Rocío estaba exhaltada, y a la vez quería relajarse, entonces el combo entre estos sentimientos encontrados no ayudaba mucho.
- Lautaro te puede conocer más, pudo haberte besado, hecho el amor con vos, haberse ido de vacaciones juntos, pasar fiestas navideñas, cumpleaños, partidos, peleas, llantos, risas, todo...- comentó Nicolás, tranquilo y sereno.- Pero eso no quiere decir que te quiera más que yo, que no viví ni la cuarta parte de todo eso con vos y aún así estoy totalmente enamorado.
A Rocío se le puso la piel de gallina después de estas palabras, y le dio un abrazo largo a Nicolás. Era un chico tan frío y distante, que escuchar esas palabras de su boca era todo un acontecimiento importante e imposible de olvidar...

El teléfono de Bauti sonó mientras estaba preparando algo para merendar. Era Pache.
- Amigo, ¿todo bien?.- preguntó el rubio.
- Sí, sí...¿Estás en tu casa? Así vamos con los pibes.- dijo Pache. Maldita costumbre de auto invitarse cuando justo tenía ganas de estar más tranquilo que nunca.
- Sí, vengan, así jugamos unos FIFA. 
Sin decir nada más, Pache cortó el teléfono y Bauti fue a bañarse. Mientras estaba en la ducha, se le cruzó por su mente su abuela, pero para no derrumbarse y deprimirse decidió desviar sus pensamientos a otra cosa, y la siguiente persona que recordó es a Celeste...También le daba dolor pensar en ella, pero al menos es una cuenta pendiente en su vida. Moría de ganas por llamarla, por ir a su casa, por dormir con ella, por besarla, por escuchar su voz...¡Cuánto extrañaba su voz! Y eso que tan sólo habían pasado un par de horas, sin embargo para Bautista era una eternidad de la última vez que la vio, pero esta decisión era lo mejor para ambos: para que ella pueda volar y estar en paz al menos un tiempo, y para que él estabilice su vida, se reanime un poco más y esté dispuesto a no arruinar la felicidad ni la vida social de la gente que estaba a su alrededor. En medio de la ducha, escuchó una llamada entrante en su celular, pero lo tenía arriba así que no llegaría a salir y atender. Luego de varios intentos repetitivos, sonó el timbre de su casa. Rápidamente salió de la ducha y se puso un toallón en la parte inferior del cuerpo. Todo mojado e improvisadamente abrió la puerta y allí estaba ella, su ángel de paz, su guardiana, su reina...Celeste estaba parada frente a él, mirándolo fijamente con los ojos verdes de cristal que tantas veces le dijeron que lo querían...
- Hola.- se atrevió a decir ella, sin mover un músculo de su cara y con ninguna expresión aparente.
Bautista en su interior temblaba, y sentía cómo una gota de transpiración le caía por la cara. Para su fortuna, podía disimular los nervios por estar recién bañado y esa gota parecía de agua y no de tensión. Luego de observar a Celeste, vio como tenía agarrado de una correa a un perro blanco con algunos reflejos rubios. También notó que tenía la patita delantera izquierda lastimada y vendada. Como Bauti no decía nada, Celeste rompió el silencio.
- ¿Puedo pasar?.
Bautista asintió y abrió la puerta más ampliamente para que pueda pasar la morocha junto con el perro, quien se avalanzó sobre el joven y le lamió toda la cara, con emoción y desenfreno. Bauti sonrió y luego lo bajo sobre sí para sentarse en el sillón al lado de Celeste.
- Si querés andá a cambiarte, yo espero.
¡Cierto! Había olvidado por completo que estaba en toallón. Bautista corrió a su cuarto y se puso un boxer y arriba un pantalón de fútbol de Lion, para bajar rápidamente al encuentro con Celeste. Volvió a sentarse a su lado y la miró fijo.
- Perdón por haberte tratado mal el ot...
Celeste interrumpió porque lo que menos tenía ganas es de hablar de lo que había sucedido. Por más que le duela, intentaba dar por cerrada esta historia, y había ido allí para contarle de su viaje.
- No quiero hablar de eso. Yo...- dijo ella, dudosa, y automáticamente cambió de tema, recordando el motivo por el que había llevado al perro a la casa de su ex.- Te quiero regalar a Floyd.
- ¿A quién?.- preguntó Bauti sin comprender.
- A Floyd.- dijo Celeste, señalando al perro que estaba jugando con una pelota de fútbol que estaba tirada en el living.- Así se llama. Lo encontré ayer a la noche con mamá, lo cuidamos, le curamos la patita que la tenía lastimada y...Nada, te lo quiero regalar a vos.
A Bauti se le pusieron los ojos vidriosos...Hace mucho que quería tener un perro, y Celeste lo sabía, pero nunca se había dado la oportunidad de encontrar algún callejero o adoptar a uno.
- No...Eh...¿Por qué?.- preguntó el joven.
- Porque sé lo mucho que querías un perro, y Floyd es lo más dulce y bueno que hay...Y...
Bautista se avalanzó sobre Celeste, abrazándola muy fuerte.
- Gracias, hermosa. Gracias.
La morocha no quería abrazarlo, pero le pareció tan tierna toda la escena que no dudó en responder al gesto dulce de Bautista.
- Le puse ese nombre por Pink Floyd, claramente.- dijo Celeste riéndose.
- Me imaginé...Pensé que le pondrías Patricio...
Y así pasaron los jóvenes toda la tarde, jugando con el perro, enseñándole su lugar donde hacer sus necesidades, yendo a comprarle comida y muchas otras cosas más. En uno de los momentos, Bautista le dio a Celeste su celular para sacarle una foto a él con Floyd. 
En más de una oportunidad, Bautista quiso besarla, pero Celeste tomó distancia y se mostró prudente, por lo que él no volvió a insistir. Alrededor de las siete de la tarde, cuando la joven le informó que debía irse a su casa, Bautista la tomó de la mano y la miró fijo.
- ¿No me vas a perdonar?.
Al notarlo tan sensible por la emoción de tener al perro, y dispuesto a volver con ella, Celeste no se atrevió a decirle que se iba a ir para siempre a Estados Unidos, por lo que optó en no contestarle nada, pero justo en ese instante que quería comentarle las cosas que sentía y que su relación no daba para más, tocó el timbre y se escuchaban del otro lado las voces fuertes del gordo Ale, Pache y Lauti.

El lunes por la tarde había llegado el momento tan esperado: Santino comenzaría a entrenar en el Club Deportivo Lion, junto a los mismos jóvenes que lo odiaban y el chico que lo había agredido: Nicolás. Cuando llegó, se presentó con los que no lo conocían, pero la realidad es que todos sabían quién era porque habían visto su video con Rocío, por lo cual cuando saludaba o hacía algo, escuchaba risas delirantes de fondo. Eso no lo acomplejaba ni le molestaba, de hecho creía que todos lo envidiaban por haber estado con esa rubia fatal.
Finalmente, Nico llegó al club y cuando vio a Santino no lo pudo creer. Quedó con la boca abierta, paralizado, y mirándolo fijamente. Lautaro estaba a su lado y también quedó sorprendido, sobre todo cuando Santi se acercó a ellos y les tendió la mano como si nada hubiera pasado.
- Santino Volpe, mucho gusto. Soy su nuevo compañero.
Lautaro respondió al saludo, pero Nicolás miró la mano del joven millonario con asco y repugnancia. Santino se dio cuenta de este gesto, por lo que lo tomó al joven de un brazo despacio, apartándolo del grupo.
- ¿Puedo hablar con vos, Nicolás?.- preguntó bruscamente.
El muchacho continuaba mirándolo mal y con fastidio.
- No. Dejame ir con mis amigos.- dijo, haciéndose a un lado, hasta que Santino lo volvió a detener colocándose delante de sí.
- Por favor.- insistió.
Nicolás bufó y repitió su cara de enojo, pero prefirió acceder: de todas formas, era un compañero de equipo, y si él se había hecho amigo de Lauti para tener las cosas bien en el club, debía resignar lo mismo con Santino que, para colmo, no le había hecho nada en absoluto.
Los jóvenes caminaron unos pasos más atrás hasta salir de la cancha, quedando apoyados en un costado del buffet.
- No sé si disculparme porque la verdad no sé qué hice. Si hubiera sabido que estabas con esa rubia...
- Se llama Rocío.- interrumpió Nico.
- Bueno, ella.- continuó Santino.- Si hubiera sabido que estaban juntos yo no le tocaba un pelo, amigo, de verdad. Perdoname por lo que pasó...- el muchacho observó el labio lastimado de Nicolás.- Y por haberte pegado.
Nico dudó unos instantes, pero la verdad era que tenía que aceptar que fue muy prepotente y que actuó de mala manera, porque Santino no le había hecho absolutamente nada.
- No estoy con Rocío yo...Me gustaría...- dijo.- Disculpame vos por haber reaccionado mal, es que no sabés la bronca que me dio todo esto.
- Me imagino.- agregó Santi.- Esa Malena sí que está loca, eh, tenías razón.
- ¿Viste?.- rieron ambos.- ¿Estuviste con ella?.
Santino asintió.
- Es imposible no caer ante las dos...- agregó.- Son hermosas.
Y el resto de la tarde concurrió con normalidad y tranquilidad, hasta lograr que Santi se involucre más en el grupo y logre buena relación con los pibes, sobre todo luego de demostrar sus habilidades en el fútbol que les dio esperanza a todos de ganar el campeonato.

Las tres amigas se reunieron el martes por la noche a cenar en la casa de Celeste. No pararon de abrazarse un sólo segundo y de repetirse que serían amigas para siempre, pase lo que pase, sea lo que sea y aunque hayan miles de kilómetros de distancia.
- Estamos felices por vos, y a la vez tristes porque te vas.- dijo Maca entre lágrimas.
- Les prometo que las voy a llamar siempre y que va a seguir el contacto como si el tiempo no pasara.- aseguró Celeste, abrazándolas bien fuerte.
Rocío se tomó la cabeza y miró al suelo, mientras el helado del postre que se iba derritiendo en el envase la hacían dudar de si continuar comiendo o no.
- No puedo creer que te vayas, Celes.- dijo con mucho pesar y tristeza en su rostro.- Va a cambiar nuestras vidas por completo esto.
Celeste respiró hondo mientras cerró los ojos, luego los volvió a abrir y miró fijo a Rocío.
- Tengo que desligarme de toda esta mierda de una vez.- dijo.- Ustedes saben lo mucho que anhelé este viaje, no puedo desaprovecharlo. Además, Bauti me dejó, en la facultad no me va muy bien, y...Y a Felipe lo amo.
- Nunca lo dejaste de amar, ¿no?.- preguntó Maca.
Celeste negó con la cabeza.
- Pero eso no quiere decir que a Bauti no lo haya querido.- se auto corrigió la morocha.- Lo quise mucho, me hizo muy bien, me resucitó y logró que vuelva a sonreír, a enamorarme, a amar y confiar en alguien, pero...
- Pero Felipe es Felipe.- interrumpió Rocío, al mismo tiempo que Celeste le daba la razón.
- ¿Mañana van a venir al aeropuerto?.
- ¡¡Obvio!!.- dijeron Macarena y Ro al unísono, mientras volvían a abrazarse y comentando cosas sobre el viaje. En un momento, Maca hizo una pregunta fatal.
- ¿Y qué dijo Bauti cuando le contaste?.
Se hizo un silencio de entierro, aquel que Celeste tanto temía. Sí, había decidido irse a vivir a la otra parte del continente sin contarle nada a Bautista. Cuando les comentó a sus amigas su idea, se pusieron como locas a retarla y sermonearla.
- ¡Basta, malas!.- dijo Celes un poco riéndose y otro poco, preocupada y fastidiosa.- No me reten. Les juro que otra no me quedó.
- ¿Otra no te quedó?.- Rocío estaba exhaltadísima.- ¡Le fuiste a regalar al perro para decirle eso...y no lo hiciste! ¡No podés ser más boluda!.
- Además, Bauti se merece que le cantes la posta. Así no va, Celes.- dijo Macarena, más tranquila y apaciguando el ambiente.
Celeste se acomodó el pelo para atrás y se puso pensativa.
- Ya es tarde, chicas. Mañana a la noche viajo, prefiero que se entere cuando ya me subí al avión porque no soportaría verlo mal o que alguien me cuente cómo se puso...- pensó un poco y luego volvió a hablar.- O quizá ni siquiera se lo toma a mal y lo ve como algo bueno, porque de última fue él el que me dejó a mí.
- ¡Pero no te dejó porque no te ame!.- gritó la rubia.
- ¡Mal!.- saltó Macarena.- Te dejó para no lastimarte, para no atarte a él.
- ¿Me dejan de retar? Ya estoy grande para que me sigan cagando a pedos por todo. Si tomé esta decisión es por algo, yo sé lo que hago.
- A vos no te hubiera gustado que Felipe se vaya a la mierda sin avisarte nada.- dijo Rocío brutalmente, y ese fue el pie que le indicó a Celeste que era genial tener que irse a Estados Unidos.

Finalmente, llegó el miércoles. En estos días que habían pasado, las cosas se habían relajado mucho más: Rocío tomó la decisión de dejar la facultad porque medicina no le estaba atrayendo en absoluto, por lo que se puso a buscar trabajo intensamente, por lo que consiguió una entrevista como secretaria para un estudio jurídico el día jueves siguiente, y estaba muy emocionada por ello. Desde el domingo que salió a la tarde, no volvió a hablar con Nicolás, pero el que sí la llamaba todos los días era Lautaro, preguntándole qué había hecho en su día e insistiéndole para verse, pero la rubia se hacía la fuerte y siempre le ponía una excusa. No es que no lo quisiera ver, sino que es preferible tomarse un tiempo para aislarse de los dos y así ver a quién extrañaba y a quién quería en verdad.
Por otro lado, Maca y Pache seguían lo más bien, sin peleas en su relación ya que no tenían nada para celarle al otro y además los dos eran muy atentos mutuamente, entonces no había ningún reclamo aparente. Macarena cada vez estaba más cerca de Vera y se hacían más y más amigas, hecho que a Pache lo perturbaba un poco porque cada vez que la nombraba su novia a Vera o la veía, se derretía de amor al ver esos ojos claros intensos, pero luego se auto convencía de que Macarena era aún más hermosa y valorable en personalidad que esta chica nueva que ni conocía. La bailarina, por su parte, estaba muy feliz del nuevo grupo de amigos que estaba formando, y más aún le agradaba conocer gente nueva, por lo que estaba dispuesta a ir más seguido a las reuniones de amigos que tenía Macarena.
Luego estaba la loca de Malena, quien continuó entrenando todos los días sin parar y logró que le den el alta en el centro de rehabilitación psicológica (vaya uno a saber cómo). Con Santino no volvió a hablar, y de hecho eso tampoco la apenaba, simplemente la entristecía por la parte en que ya no tendría sexo a diario. Además, sabía que eso iba a suceder, y tampoco era tan tarada como para permitir que Santino la boludee, entonces prefirió hacer como que nada pasó y centrarse en el colegio y el entrenamiento en el club, ignorándolo totalmente cuando se lo cruzaba por las canchas o el buffet de Lion.
Bautista seguía pensando en Celeste cada día que pasaba: la extrañaba con locura, pero su orgullo y su pérdida de dignidad luego de haberle pedido perdón y que la morocha lo ignore, lograron que Bauti no quiera insistir más y dejarla hacer su vida...Pero no creyó que iba a ser tan difícil, sobre todo cuando el miércoles por la noche, mientras volvía a llover torrencialmente, los pibes se encontraban en la casa de Pache jugando a la play, como siempre, y comentaron, creyendo que sabía, que Celeste estaba a punto de subir a un avión para irse a vivir a Estados Unidos.
El joven comenzó a sentir que le faltaba el aire, que el pulso se le aceleraba y que ya no le corría sangre por las venas. Pache, Nico, Lauti, Santi y Ale se miraron unos a otros sin saber qué hacer, porque Bautista parecía estar inmerso en una neblina que no lo dejaba despertar o reaccionar de la noticia que le habían dado. Nico comenzó a darle cachetadas en la cara a Bauti mientras el gordo Ale apareció con un vaso de agua fría y se lo tiró en la cara, provocando que su amigo despierte y reaccione, pero a la vez que lo insulte por haberlo mojado todo. Una vez más relajado, Bautista se puso a pensar en todo.
- No puede ser que se vaya.
Pache se acercó y le palmeó la espalda a su amigo para que se relaje y no se ponga mal. Lauti se colocó de cuclillas delante de él para mirarlo fijo. Santino permanecía en un costado sin entender de qué hablaban, mientras Nico, por lo bajo, le explicaba quién era Celeste.
- ¿Qué vas a hacer, Bauti?.- preguntó Lautaro.
- No puedo permitir tener otra pérdida más en mi vida. No puedo ser tan gil de dejar ir todo, de rendirme ante las cosas.- dijo seriamente, mientras se ponía de pie.- ¡No entiendo cómo me lo ocultó! ¡Ya entiendo por qué me regaló a Floyd, por qué vino a casa, por qué se mostró tan distante!.- intentó contener las lágrimas con todas sus fuerzas, pero ya no le importaba llorar delante de sus amigos.- ¡Encima se va con Felipe, boludos! ¡No puedo creerlo!.
- No es momento de enojarte.- se sinceró Nico.- Sino de impedir que se vaya. Es el amor de tu vida, chabón. Enojate después si lográs que se quede.
Pache fue a la habitación donde estaba su padre y volvió con las llaves del auto.
- Vamos.
- ¿Eh?.- preguntó Bauti.
- Vamos a buscarla. Vamos a parar ese avión.
Todos se pusieron firmes e incentivaron a Bautista para que vayan juntos a impedir que Celeste se vaya, quien rápidamente aceptó la propuesta y subieron todos al auto de Pache, viajando apretados, uno encima del otro, pero no les importaba, porque lo realmente importante era que su amigo Bauti llegue a tiempo para impedir que se le escape el amor de su vida...

El llanto mezclado con la lluvia inundaban la entrada del Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Felipe observaba un poco más alejado cómo Celeste abrazaba a sus amigas, se sacaban fotos y se decían muchas cosas lindas mientras luego se acercaron los padres de ella junto con su hermano y su familia, que se vino de Bahía Blanca a despedirla. Celeste en su interior tenía una mezcla de sentimientos enorme: quería irse para hacer su vida, para poder aprender muchísimo y, de paso, conocer otro país, mientras que su costado nostálgico le aseguraba que debía quedarse para no extrañar a toda la gente que tanto amaba. La morocha dejó escapar unas lágrimas por Bautista, ya que aunque quería irse y que él no sufra, pensó que quizá iba a ir a buscarla, o al menos despedirla...Pero seguramente ni siquiera se había enterado aún.

La realidad era que estaba atestada la autopista de autos, la lluvia además dificultaba muchísimo el tránsito y los trabajadores del peaje no levantaban la barrera por lo que se armaban largas colas de automovilistas nerviosos tocando bocina sin parar. Bautista no paraba de comerse las uñas, y sus amigos lo consolaba e intentaban distraer, pero le era imposible. Cada vez que podía expulsaba una lágrima. Pache intentó llamar a Maca para preguntarle si Celeste ya se había ido, pero no tenía señal. Nico y Lauti querían llamar a Rocío, pero no respondía. Probaron llamar al celular de Celeste pero estaba apagado...¡Tenían todas en contra!.
El gordo Ale, pensativo, ya había sacado su propia conclusión, y mientras comía un turrón que encontró tirado en un costado del auto de Pache, lo comentó.
- Para mí no se fue, porque sino Rocío respondería. Si no contesta es porque está ocupada despidiéndola.
Y la verdad resultó ser que esta vez, al menos esta única vez, Ale no se equivocaba.

La locutora oficial del aeropuerto habló por los parlantes, informándole a los pasajeros del vuelo 190813 con destino a Nueva York debían subir al avión.
Los últimos abrazos fueron intensos, con aún más lágrimas que antes, fotos, recordatorios, consejos y un montón de cosas más que hacían más difícil la despedida. Celeste finalmente estaba lista. Felipe colocó su mochila en la espalda y estiró el brazo para darle la mano a su novia, quien quedó paralizada mirándolo fijo y observando cómo la pantalla grande arriba de su cabeza informaba el tiempo que les quedaba para ir al avión. Luego, la joven desvió su mirada a los seres queridos que la habían ido a despedir. Primero, observó a sus amigas, las que tantas veces la bancaron llorando por la partida de Felipe, las que nunca le fallaron, las que quedaron después de tantas amistades falsas anteriores, las que conocen sus más íntimos secretos, ¡cuánto extrañaría las charlas eternas de sincericidio con ellas! Luego miró fijo a su hermano Emiliano, quien había ido junto a su mujer embarazada...Eran la pareja ideal, y se perdería el nacimiento de su primer sobrino, o sobrina...Finalmente, llegó a observar a su mamá que no paraba de llorar, mientras su padre la abrazaba y la consolaba. Justo cuando decidió no mirar más para darse vuelta e irse, allí estaba, parado afuera, detrás de la imagen de toda su familia que la había ido a despedir, llorando con los ojos totalmente rojos, mojado, sin inmutarse porque la lluvia incesante caía sobre su cuerpo, y sosteniendo la correa de Floyd que movía la cola mientras observaba la secuencia...Allí estaba él: Bautista...Y el corazón de Celeste dio un vuelco inesperado.


Continuará...

39 comentarios:

  1. NO LA PUEDEN DEJAR ACA!!!! UNA SEMANA ES MUCHO!! Que difícil y que mierda es cuando amas a alguien que ya ama a otra persona.
    Magui��

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  2. wowwwwww me encantaa, no me la pueden dejar ahiii!!

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  3. NO LO PUEDEN DEJAR ASI NOOOOOOOOOO!!!!

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  4. No pueeeeeeedeeen dejarlo aca, pobre bauti se pasaron con este capitulo, sigan subiendo fotos de los personajessss.

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  5. bauti mi amor, les juro que lo amo!!! celeste es una pelotuda.

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  6. NO LO PUEDEN DEJAR ASIIII!!!!!!!!!!!!

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  7. Genial cooo! Cada vez mejor la nove, segui asiiiii :)

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  8. Por favor suban otro cap. No pueden dejarla acá...

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  9. Dioooooooos,que capítulo! No puedo aguantar hasta el domingo que viene,me muero por sabe como continúa. Me atrapó por completo esta historia.
    Mil gracias chicas!

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  10. NO PUEDEN DEJARLO ACA BOLUDAS

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  11. Muy buena la historia. Que fuerte está Bauti

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  12. Noooooooooo ! Exijo un parrafo masssss ! No la dejen acaaaaaaaa !!
    Muy bueno el capitulo chicass !

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  13. Coliii sos una genia��❤ me de enganche es buenisima

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  14. Idolasss Coo sos una genia, muy buena historia, suban capitulos más seguido por fa las amo! ❤❤... Y en el horóscopo como le pegan son lo más

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  15. Lloré y me enamoré de Bauti un poquito más. No lo podés dejar así Colisssssssss, sos una genia

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  16. Que lindooo que es bautiii

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  17. Genia Co! Felicitaciones hermosaaaaaa!

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  18. Que lindo es Bauti, Felipe no es malo pero amo mil a Bauti ���������� Rocio boluda dale con Nico, son lo más perfecto, los adoro

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  19. Creo que no puedo estar más enamorada de Bautista !! Coli sos una genia, es todo muy real, me re transporta la historia, es geniaaal todo ! Super agradecida

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  20. No puede ser,necesito que YA sea domingo solo para leer el siguiente capítulo,que intriga!! YA QUIERO EL CAPITULO 33!!!!

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  21. Como lloreeeeeeeee, cada capitulo que sale te enganchas mas y mas, completamente enamorada de bauti, para el proximo capitulo sigan subiendo fotos de personajes por favor!!!

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  22. ME QUIERO MORIR COMO LA VAS A DEJAR ACÁ COLIS NO PODEEEEEEES!! DIOS SHORO bauti chapame bue

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  23. muyyyyy bueno la verdad es que lo queria leer hace rato y hoy empeze y ya lo termine de la emocionnnn quiero que llegue el domingo yaaa muy buenoooo !!

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  24. Que capituloooooo!!! Genial, no aguanto hasta el domingo que viene! Yo lo conozco a "Bauti", el de la foto. Es hermoso :D

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  25. Me enamoré de Bautista hasta del nombre. No la pueden dejar acá, estoy re intrigada

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  26. No lo pueden dejar acá ,que bomba de capitulo por dios!! Tre men do

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  27. Ay me mueroooooo, qué capitulo !!! Casi me pongo a llorar al final ! Que lindo bauti !!!!!

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  28. LA CONNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN, porfis pongan entrelazasos un dia mas a la semana!!!!!!!!!!!!! una bomba esta capitulo, CAPITULOOOOON! COLIS GGGGGENIA

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  29. Porfavor un dia mas a la semana, me muero asi. Es hermosa la novela sos una genia co❤

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  30. chicas al menos deberían subir 2 capitulos a la semana porfavor :( .

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  31. Me largue a llorar con la despedida de celes con sus amigas , unas genias chicas !

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  32. Me mueroooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!! Excelente capituloo. Pobre bauti x diossssss!!!!!!

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  33. PARA BOLUDA NO ME LO DEJES AHI!!!!!!!! No no no no, me muero chicasss.
    Una duda, donde me puedo comprar un bautista? Andaría necesitando uno ya

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  34. No puede ser más hermosaaaa �� me encanta, suban mas seguidos los capítulos!!

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  35. En un día la leí, me fue imposible dejar de leerla. Es bellísima. Nunca pensé que me iba a copar tanto ��❤

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  36. Chicas plissss,ayer empece a leer la novela y me enganche mal. Me dicen donde estan las fotos de los personajes que hablan en los comentarios? porfaaa me muero por verlos!!!!

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