domingo, 26 de octubre de 2014

Entrelazados - Capítulo 29

El velorio fue una de las escenas más tristes que tuvieron que presenciar todos.
Pachetti y Nico no se movieron de al lado de su amigo un segundo e hicieron todos los arreglos para que la fiesta de inicio del club sea la semana siguiente, cuando las cosas estén más tranquilas y quizá un tanto más superadas. No querían suspenderla definitivamente ya que le haría bien a su compañero despejarse un poco. Con esta decisión, el entrenamiento en el club comenzaría diez días más tarde.

Macarena acompañó a su amiga a cada paso que daba, no la dejó sola un momento y la contuvo de la mejor manera que pudo. Este acto de valentía de Maca generó aumentar su nivel de autoestima, se sentía más útil esta vez...Siempre habían estado todos atrás de ella escuchándola, y esta vez era distinto, entonces le confortaba muchísimo estar ahí.

Lautaro asistió al velorio y al entierro vestido de traje, muy formal y de negro, junto al gordo Ale, quien sentía un gran apego por aquella persona por las tardes que han pasado juntos charlando de la vida y anécdotas antiguas.

Rocío estaba deprimida en su hogar, llorando desconsoladamente por la escena que presenció y por haber tenido que ser ella quien avisó a lo demás de lo ocurrido. Además, era la única testigo y en las fuentes policiales va a tener que ir a declarar...¡Con lo que le atemorizaban las comisarías!. Decidió no asistir al velorio ya que no tenía nada que hacer ahí. El joven no era su amigo y bastante tortura tuvo al haber visto lo que vio.
Apenas sucedió el accidente, Rocío se acercó al cuerpo que había creído reconocer y estaba en lo cierto: era el remisero que la llevaba todas las noches de un lado a otro. Las dos jóvenes también fallecidas no las conocía, no las había visto nunca. Llamó a la ambulancia y a la policía, y se quedó allí tendida, paralizada, sin saber qué hacer. Investigando la escena en la espera de la ayuda médica, y con los vecinos saliendo de sus casas, se acercó al remis que quedó arruinado por completo, y vio cómo dentro del mismo yacía el cuerpo sin vida de Haydée, la abuela de Bautista.
Una vez que los cuerpos estaban en camino a la morgue, ya que no había esperanza de vida, Rocío corrió nuevamente a lo de Celeste sin dudar. Cuando le contó lo sucedido, la morocha irrumpió en un llanto imposible de consolar.

¡Amaba a su abuela Haydée! Era jovial, simpática y moderna. Salía todos los fines de semana con sus amigas, a veces iban al casino, al teatro, o se juntaban en la casa de alguna a jugar a las cartas...¡Era muy trasnochera! La noche del accidente, había ido al cine con sus compañeras de bingo y luego al mencionado lugar a realizar unas apuestas. Si bien era a diez cuadras de su casa, se pidió un remis para volver: lo que nunca imaginó Haydée era que su vida iba a acabar en ese mismo instante.
La noticia esa madrugada cayó como un balde de agua fría para Bauti. Otra vez solo. Otra vez se perdía alguien de su familia. Otra vez tenía que cargar con una muerte. Otra vez iba a tener que conseguir apoyo maternal. Otra vez todo. Otra vez...

La tarea más dura fue la de Celeste. Al enterarse, luego de llorar un largo rato, tenía que ir a la casa de su novio a contarle todo lo que había pasado. Encima era plena madrugada, y despertar a sus padres a los gritos por el llanto y tener que irse de su casa a altas horas de la noche, asustó mucho a toda la cuadra que la escuchó. Le ofreció a Rocío acompañarla a lo de Bautista, pero la se negó rotundamente: ya había tenido demasiado esa noche y decidió irse a su casa.
Bautista continuaba jugando al truco con el gordo Ale, chusmeando por todo lo sucedido con Lautaro, Nicolás y Rocío. Pache y Maca se habían ido hace apenas unos segundos cuando escuchó el timbre y los portazos. Ambos amigos bajaron juntos, tomados del brazo, cada uno con un palo en la mano...¡Tenían un miedo terrible! ¿Quién golpeaba así la puerta de una casa a plena madrugada? Al abrir la puerta, la vida de Bauti volvió a dar un giro rotundo.

Retomando el velorio, el joven no se movió de al lado del cuerpo de su abuela ni un segundo. Cientos de familiares, amigos y vecinos se acercaron a saludar, a dar el temido pésame y a preguntar qué había pasado...Pero Bauti no contestaba: sólo sonreía mirando a Haydée, recordando todo lo que ella había hecho por él, lo bien que lo había criado, lo feliz que era merendando con ella, y lo orgulloso que estaba de todas las metas que su abuela había alcanzado en la vida. Pero ya está. Todo terminó. Su vida había concluido de manera totalmente trágica e inesperada, pero tampoco podía ahogarse en un mar de depresión ya que tenía que salir adelante por él, por su hermano Pedro, por su novia y por sus amigos...¡Era tan sólo un adolescente para vivir las terribles cosas que padeció! Sin embargo, eso no haría que baje los brazos. No se comportaría como Pedro, no tomaría el camino de las drogas y el alcohol...Debía mantenerse, debía sobrevivir con lo poco que sabía sobre mantenimientos domiciliarios y tantos otros trámites que debía realizas. La peor parte era tener que ir a dar declaraciones, pero creía que ya con haber visto a su abuela fría, adentro de un cajón marrón decorado con flores truchas y con los ojos cerrados para siempre, ya era suficiente castigo.

Todos se comportaron de maravilla con Bautista: lo acompañaron al entierro, se quedaron durante todo el día en el velorio y luego fueron con él hasta su casa. Finalmente, cuando Celeste y Bauti se quedaron solos, el joven empezó a llorar: finalmente había caído en la cuenta de que el fallecimiento de su abuela era real, que ahora estaba solo en una casa tan grande...Faltaba el perfume de colonia de Haydée, el olorcito a masitas secas y a té...Nunca más probaría sus pastelitos de membrillo. Nunca más la vería pasar hacia el comedor para pintarrajearse y mirarse al espejo. Nunca más mirarían a Tinelli juntos. Nunca más comería sus pastas los domingos al mediodía. Nunca más escucharía sus gritos de aliento en medio de un partido del club. Nunca más tendría una figura materna. Nunca más podrá superar este dolor.
Pero sabía que contaba con Celeste. Ambos eran conscientes de que su amor era lo único que podía reflotar la vida personal de Bautista, y que sólo la mano de Celeste harían que el joven no se caiga, que siga levantándose y dándole para adelante a la vida.
Sin decir una palabra, y aún llorando en silencio para no herir más su susceptibilidad, Celeste le preparó a su novio un filet de merluza con puré. Bauti no le sentía gusto a la comida, a todo le faltaba sal, a todo le faltaba pimienta, a todo le faltaba algo...Incluso a los besos de Celeste le faltaban ese "no sé qué" que lo hacían temblar cada vez que recibía uno.
Esa noche durmieron juntos, abrazados y Bautista soñó con su casamiento con Celeste, con sus padres de testigo y su abuela persiguiendo el ramo desde el fondo...

La semana que se aproximó fue fatal para Santino. Hubo dos días que faltaron sus profesores a clase, por lo que volvió a su hogar en San Isidro ya que sus padres regresaron de viaje. No le gustó para nada pasar tiempo con ellos, de hecho ni le preguntaron cómo le estaba yendo en la facultad ni cómo se sentía viviendo solo. La única persona que se preocupaba siempre por él era su tía.
Aquellos dos días fueron eternos, y no veía la hora de regresar a su departamento para estar en paz. En todos estos días no había recordado a Malena ni una sola vez.

La joven, por su parte, estaba llevando muy bien el trato con la clínica. Tenía buen trato con su psiquiatra, le hacían bien los medicamentos, y su psicóloga la estaba tratando como alguien único y no como una más del montón. Faltó un par de veces al colegio porque se había quedado dormida, y la verdad estuvo esperando con ansias algún mensaje de Santino. Esperaba verlo aquel sábado en la fiesta del club, pero cuando le informaron que se había cancelado por problemas familiares de un integrante del equipo de fútbol, Malena se avivó de que no vería a Santino ese fin de semana, a menos que él la llame o le mande un mensaje de buenos días, cosa que no pasó. Detestaba abrir su WhatsApp y verlo en línea...¡peor aún cuando su última conexión había sido hace horas! ¿Qué estaba haciendo que andaba tan ocupado? ¿Tenía una mina? ¿Lo de ella había sido pasajero? Prefirió no perseguirse con preguntas estúpidas y concentrarse en ponerse al día con la tarea escolar que debía.

Lauti estaba devastado. No tenía ganas de ir a la facultad, no quería juntarse con los pibes, no quería comer, no quería salir a correr, no quería ejercitar...¡No quería hacer nada! Extrañaba muchísimo la figura de Rocío. Extrañaba besarla. Extrañaba llamarla y oír su voz. Extrañaba abrazarla. Extrañaba sacarle la ropa con delicadeza. Extrañaba esa voz chillona que tantas veces lo aturdió. Extrañaba llamarla veinte veces por día sólo para repetirle que la amaba. Extrañaba dormir con ella, incómodo, y no moverse para no querer despertarla. Extrañaba que le elija la ropa para ponerse. Extrañaba que lo vaya a ver jugar a la pelota en los clásicos barriales. Simplemente la extrañaba...Pero por otro lado, sabía que debía mantener su postura distante, que no debía hablarle, que tendría que resistir a la tentación de querer saber cómo estaba...

Por su parte, Rocío faltó toda la semana a la facultad. Se la pasaba en casa de sus amigas llorando, sufriendo, insultándose a sí misma. Se había arrepentido totalmente de haber actuado así aquel viernes, y para empeorar aún las cosas, se sintió terrible por haber presenciado la muerte de cuatro personas en menos de un segundo en aquel fatal accidente de tránsito.
La rubia perdió su dignidad día y noche mandándole mensajes y llamando a Lautaro, quien no le respondió jamás. Cuando se enojaba con él por ignorarla, llamaba a Nico y tampoco obtenía respuestas. Lo que más bronca le daba, además de haberse quedado sola como un perro, es que parecía que a ninguno de los dos le interesaba qué pasaba con su vida, cómo estaba, sobre todo después de haber ido a declarar por el accidente automovilístico.
Una tarde, Rocío pasó a visitar a Macarena quien, entusiasmada, le contaba todos los planes para la fiesta del sábado en el club. La rubia estaba totalmente desanimada, pero intentó fingir un rato de felicidad y aceptó ir. Sabía que se cruzaría con su ex y con Nicolás, pero estaba bueno hacerlo para demostrarse fuerte y superada. Se vestiría más linda que nunca. En realidad, más que linda, se iba a vestir perra, para que todos la miren y ambos se quieran matar. Macarena apoyó la emoción de su amiga pero aún, lo que le quedaba a ambas por hacer, era convencer a Celeste de que asista a la fiesta.

Nico, Pache y el gordo Ale se comportaron muy bien con Bauti. Día por medio pasaban inesperadamente a saludarlo, le llevaban unas cervezas, jugaban a la play o hacían un picadito en el parque. A Bautista le hacía muy bien y lo reconfortaba saber que tenía amigos a su disposición y que eran tan buenas personas con él.
A medida que pasaron los días, Lautaro fue introduciéndose cada vez un poco más en el grupo. Una tarde, mientras todos tomaban una Coca en la puerta del club, que aún permanecía cerrado, entre todos se pusieron a charlar.
- Y nada, no volví a hablar con ella. No me interesa tampoco.- mencionó Lautaro refiriéndose a Rocío.
- Yo tampoco hablé. Me llama y todo, pero ni bola.- agregó Nico.
Lauti dejó escapar una sonrisa irónica.
- ¡Es una zorra! A mí también me llama.
- Para mí la piba hizo bien las cosas.- dijo sorpresivamente el gordo Ale.
- ¿Eh? ¿Qué flasheás, gordo?.- preguntó Nico con vehemencia.
- Sí, para mí hizo bien en decirles la posta.- Ale dio un trago a su Coca-Cola bien fría.- Los dos querían sinceridad y honestidad...Una vez que la tienen, la dejan sola a la piba. A mí me da lástima, qué se yo...
- ¿Lástima?.- saltó Pache, indignado.- Estaba re jugando con Lautaro, y encima se le hacía la linda a Nico...Para mí es una pelotuda.
- Tampoco la bardeen, che.- Lauti aún tenía un instinto defensor hacia su ex novia.
- ¡Caradura! Recién le dijiste zorra.- comentaron entre risas.
Pache observaba la cara apesadumbrada de Bauti, quien se colgó mirando el suelo.
- ¿Bau?
No respondió.
- ¡Bauti!
Finalmente, reaccionó y preguntó qué sucedía.
- Estás en otra, ¿no?
No pudo evitar contener las lágrimas, y el joven arrancó a llorar sin parar un segundo. Sus cuatro amigos se acercaron y lo consolaron con gestos de amistad como una palmeada en la espalda o tomándole una rodilla dándole golpecitos para que se calme.
- No puedo más, chabones. No puedo más.
Pache se puso de pie, forzando a Bauti a que haga lo mismo, y lo abrazó fuerte, conteniéndolo.
- Llorá, hermano, llorá todo lo que quieras.
- Sí, posta.- dijo Ale.- Es la mejor manera de descargar. 
- Y no tengas vergüenza nunca de llorar con nosotros.- agregó Nico.
Una vez que estuvo más tranquilo y le dio un par de sorbos a su vaso de gaseosa, se sentó nuevamente en la silla y comenzó a hablar, contando todo lo que pasaba en su vida.
- A mi abuela la extraño con todo mi ser. Me siento re solo, re inútil, como que me falta algo, me falta una parte de mí. Pero entiendo que es lógico este tipo de sufrimiento, lo que no entiendo es la otra parte de mí.
- ¿Cómo? No entiendo.- preguntó Lauti sin comprender a qué se refería su amigo.
- Celeste.- dijo Bauti apesadumbrado.- Siento que le estoy cortando toda su libertad, que está re pendiente de mí para que no me deprima y así pierde tiempo y no ve a sus amigas ni a su familia. Además tengo miedo que le vaya como el orto en la facultad por mi culpa.
- ¿Por tu culpar? Nada que ver, amigo, estás flasheando una banda.- dijo Nico.
- Eh, posta, Celeste te re quiere, lo hace por lo que siente, no por lástima.- agregó Pache.
- Sí, ya sé que no es por lástima...Es que...No sé, es re buena piba. Para mí se merece alguien que esté bien para ella y no tan hecho mierda como yo, ¿entienden?
- ¿Y qué vas a hacer, entonces? ¿La vas a dejar?

Pedro, el hermano de Bautista, estaba totalmente en cualquiera. No aparecía nunca por la casa, casi ni llamaba a su hermano menor, y además cada vez que llegaba, estaba en un estado deplorable pasado de drogas y alcohol. Bauti todavía no entendía cómo no había caído en cana, pero tampoco deseaba que eso ocurra ya que, a pesar de todo, era su hermano. La noche del jueves, Pedro tocó la puerta a las doce de la noche. Celeste y Bauti dormían, y se asustaron con el ruido en medio del silencio. Sin embargo, con paciencia, hicieron pasar a Pedro, lo recostaron en su cama, le hicieron un té y esperaron a que se duerma.
Celeste no sabía cómo lidiar con todo esto. Para su suerte, sus padres le daban todo el permiso necesario para estar en lo de Bauti hasta que las cosas se calmen un poco. Le agotaba un poco estar tan pegote a él pero no porque se aburra o se canse, sino porque necesitaba estar un poco en paz en su casa, y relajarse. El viernes, una vez que salió de la facultad, llamó al trabajo de Bautista para avisarle que iba a ir a su casa y que cenaría con sus padres para luego ir a dormir con él. Su novio le indicó que no se preocupara, que vaya tranquila y, si así deseaba, se quede a dormir en su casa por la noche. Celeste le comentó que vería cómo venía la mano en su casa, y qué tan cansada esté. Bautista se alegraba de que esa noche no vaya a su casa, así podría estar solo y plantearse cómo le plantearía a Celeste lo que tenía pensado.

Santino, finalmente, volvió a su casa. Estaba feliz de no escuchar más la voz gritona de su madre ni los retos de su padre. Apenas llegó, se fumó un cigarrillo de marihuana y se reía solo, recordando cosas de su infancia. En un instante, recordó la figura de Malena y lo bien que la había pasado con ella. Ya había sido una semana de aquel fugaz encuentro, y recién ahora volvía a pensar en ella. Marcó su número y llamó.
- ¿Apareciste?
- Hola, bonita.- a Malena le agradaba tanto escuchar esa voz otra vez.
- Hola...Pensé que te habías olvidado de mí.- su tono vocal no sonaba a reproche, sino más bien como un juego de histeriquearse mutuamente.
- Para nada, ¿cómo podría olvidar esos ojazos?
Santino notó cómo del otro lado Malena se había sonrojado y estaba sonriendo, intentando disimularlo al hablar.
- ¿Todo bien?.- preguntó ella, cambiando de tema.
- Se...Un poco aburrido...¿Quiere venirse?
- ¿Vos me llamás nada más cuando te aburrís?.- reprochó nuevamente Malena.
- Quizá.
Ella, como buena arrastrada que era, aceptó la invitación de Santino. Obvio que era para tener relaciones sexuales, pero a Male sólo le importaba distraerse un rato y, por supuesto, hacer lo que más le gustaba en la vida: tener sexo. Lo que más le sorprendió a la joven fue llegar a lo de Santino y verlo vestido muy lindo.
- ¿Qué hacés así?.
- Usted también está muy linda...
- Sí, pero...- Malena no pudo evitar sonrojarse y esto le impidió seguir hablando.
- Hoy usted y yo vamos a salir. No le diré a dónde, ¿está de acuerdo?
Malena amaba las sorpresas y le encantó la propuesta de Santino, así que enseguida aceptó.

La vuelta de Rocío al bar Álamo fue estupenda. Se coparon algunas amigas de la facultad a ir. Le ofreció a Celeste que la acompañe, pero ella le contestó que estaba muy agotada y quería descansar, aprovechando esa noche para dormir en su casa luego de varios días. Macarena también se negó a asistir, ya que aquel viernes cumplía dos meses con Pache y la invitó a comer afuera. El rechazo de sus amigas con la propuesta de salir no bajó su ánimo, y Rocío quiso salir de todas formas.
Apenas entró al bar, recordó aquella noche donde comenzó toda su relación con Nicolás, cómo el joven le había derramado alcohol encima suyo y lo mucho que se había preocupado en que lo disculpe. También se acordó que Bautista y Celeste se conocieron esa noche, y que Pache, borracho como siempre, se arrastró muchísimo ante Macarena, quien se hacía la que no lo quería mientras que entre ellos había toda la onda.
A Rocío le encantaría volver unos meses atrás y cambiar un montón de cosas, pero sabía que eso no era posible. Quitó los pensamientos que le hacían mal de su cabeza, y se predispuso a pasarla increíble.

Celeste creyó que podría dormirse fácil, pero extrañaba el pecho de Bauti sobre el cual se recostaba y dormía plácidamente. Lo llamó entre tres y cinco veces solamente para decirle que lo amaba y cortar, y del otro lado sabía que estaba su novio sonriendo, sorprendido por tantas llamadas y mensajes tiernos. En medio de la noche, alrededor de las tres de la madrugada, Celeste recibió una llamada de número privado. Algo dormida, atendió, pensando que era Bauti, pero del otro lado la sorprendió una voz conocida.
- Hola, Celes.
¡Era obvio que iba a volver a aparecer! Le resultaba raro que Felipe haya dejado el camino tan libre. Celeste intentó disimular que estaba dormida, pero los bostezos dejaron a la vista lo que estaba haciendo.
- ¿Qué pasó?.
- No, nada...- dijo Felipe.- Intenté no joderte todo este tiempo, pero...- dudó.- No sé...
- Decime, Feli, todo bien. Sabés que me podés decir lo que quieras.
- ¿Nos podemos ver?.
La propuesta tomó por sorpresa a la morocha, sobre todo por el estado semi-inconsciente en el que estaba. Esto provocó que acepte su idea y lo invitó a ir ya mismo a su casa. Felipe, sin poder creerlo, se cambió rápido y partió a la casa de Celeste.

Maca y Pache pasaron una noche asombrosa. Fueron a comer a un restaurante llamado Friday's en Puerto Madero. En medio de la cena, una mujer se acercó a venderles rosas, y Pache compró una para su novia. La comida fue exquisita y él mismo pagó todo, gesto que a Maca le molestaba un poco pero también le pareció tierno. Caminaron y se sacaron fotos en el Puente de la Mujer, fotografiaron a ciertos turistas que se los pedían e ingresaron a visitar la Fragata Sarmiento. Luego, se predispusieron a pasar la noche en un albergue transitorio, donde las llamas de lujuria y pasión que sentían se encendieron una vez más...

No habían pasado cinco minutos en aquel lugar que Santino ya estaba borracho. Decía pavadas, hablaba con cualquiera, se sacaba fotos con desconocidos y trataba a Malena como si fuera una tarada. Esto le molestó mucho a la joven, así que una vez que se reencontró con una amigas del club sorpresivamente, dejó de darle un poco de bola hasta que se calme y para que no la haga quedar mal delante de todos. En un momento, lo perdió de vista.

Rocío se ubicó en la barra, dispuesta a tomar otro tequila. Ya estaba muy borracha, entendía poco y todos sus compañeros de facultad estaban igual. No tenía idea cómo volvería a su casa, y tampoco le interesaba pensar en eso, prefería disfrutar el momento. Luego del sexto shot de tequila, su cuerpo le daba vueltas. Cuando se volteó para ir corriendo al baño, un joven la chocó de frente y derramó su vaso de cerveza bien fría por todo su pelo.
- ¡¿Qué hacés?! ¡¿Sos pelotudo o te pagan para serlo?! ¡Enfermo! ¡Bobito!.- los insultos de Rocío eran muy precarios, pero a la vez gritaba muy fuerte.
El joven se limitó a sonreír, le pidió disculpas y ambos comenzaron a estallarse de risa. Se dieron cuenta que estaban borrachos los dos, pero aún así se divirtieron hablando pavadas que ninguno entendía. Finalmente, llegó el momento de la presentación.
- Creo que me llamo Rocío...¿vos?
- Santino.
Y no hicieron falta más que un par de palabras para que terminen ambos en el auto de Santino besándose apasionadamente y teniendo sexo desenfrenado allí mismo, mientras Malena observaba todo desde afuera, esperando el momento para atacar.

Continuará...

20 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOOOOO NO ME LO PODES DEJAR AHIIII

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  2. Noo , pobre Bauti :( pero por favor que no la deje a Celes que le costó mucho conquistarla. Que loco todo y que chico es el mundo... quien iba a decir: ¿ santino y rocio? Jaja y malena no se va a quedar asi como asi... que capitulon Colis!! Te felicito mucho, pero porfa, que Bauti no haga nada ni Celeste se zarpe con el ex...

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  3. Casi me muero, me pense que se habia muerto nico!!!!!. Malena y rocio tienen lso mismos gustos loco, yaaaaaa ue sea domingo

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  4. NO!!!!!!!!!! LA PUTA MADREEEEEEEEEEE!!!!!!!! Se hicieron desear yeguas, pero valio la pena NO LO PUEDO CREER MALENA LA VA A MATAR!!!!!

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  5. NOOOOOOOOOOOOO!!!!! NO TE LO PUEDO CREERRRRRRRR!!! QUÉ CAPITULÓN LOCO!!! SON UNAS GENIAAAASSS!!! ����

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  6. Noooo. Rocio una turra!!! Lauti veni conmigo no sufras ♡♡♡♡♡. Qe capítulo mas copadooo haganlo tipo novela, todos los dias por favorrrrrrrrrrr!!!

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  7. Jajajajaja coli!!!!! Moooy bueno! Era obvio si estaba re mamada! Quiero saber más! ! Mañana mientras estes en la facu te afanamos la compu y fue jajaja ♥♥♥

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  8. Rocío y Nico terminen juntos plis, los amooooo!!!

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  9. NOOOOOOOO IMPOSIBLE QUE DEJEN EL CAPITULO ACAAAAAAAAAA. AMO ESTA NOVELA CHICAAAASSS♡♥♡♥

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  10. jajajajjaajaja rocio al final se agarro a todos maso menos

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  11. Mira vos a rocio... igual espero que vuelva con lautaro!!! Tampoco que celeste se la mande con felipe.. Me encanta la novela.

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  12. Estuvo muy bueno este capitulo,lo leí como 3 veces no puedo creer que Rocio y Santino por diosss va a ser un quemo si Bauti corta con Celeste, Ya quiero que sea Domingoooo grosas de la life

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  13. AY NOOOOO POR FAVOR SIGANLA POR FAVOR POR FAVOR POR FAVOR!!!!! me da un poco de pena malena, y POR FAVOR QUE BAUTISTA NO LA DEJE A CELES Y QUE FELIPE NO SE INTERPONGA EN SU RELACIONNN. LAS AMOOOO

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  14. Noooooooo!!!!!! No podes dejar el capítulo así y hacernos esperar una semana!!! Sos lo + Colito, una genia total!!!!! Me encanta esta novela, es la mejor que leí POSTA!

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  15. rocio medio putita ehhh

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  16. NO LO PUEDEEEN DEJAR AHII DIOOOS!!!! domingo como te esperooo!!! CA PI TU LON

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  17. BAUTISTA NO PUEDE DEJAR A CELESTEEEEE!!!!!

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  18. Nooo.. que feo que le pase eso a Bauti !! Otra vez rocio y malena... por que ???????

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  19. Buenisimo, empeze a leer ayer y me re enganche ya lei todos los capitulos, muy buenos enceriooo

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