miércoles, 2 de julio de 2014

Tantas veces

Dicen que cuando hay amor, no hace falta pedir perdón...pero yo ya pedí perdón tantas veces.
En el amor no hace falta pedir perdón porque amamos y cuando amamos no lastimamos a nuestro amor conscientemente. No deberíamos pedir perdón porque no deberíamos lastimar, solamente deberíamos amar...Pero yo ya te lastimé tantas veces y te pedí perdón otras tantas.
Dicen que el corazón es un músculo que necesita acción, y no puedo negar la razón algunas veces.
No puedo negar que mi corazón, mi vida y yo, necesitamos de vos, de tu motor.
Dicen que primero hay que saber sufrir para después amar, para después partir.
Primero sufrimos por una persona por no saber amarla, por no encontrarnos totalmente bajo la llama de su amor. Buscamos cosas que nos hagan sentir amor por esta perdona pero no las hay, nos obligamos a amar y cuando esa persona nos deja un adiós, aprendemos que era lo que más necesitábamos, pero es tarde y sólo hay que partir.
Dicen que en su destino inconstante sólo el gaucho vive errante donde la suerte le lleva.
En un destino donde no hay constancia, el único que vive con una mirada errante hacia algún lado cualquiera, hacia donde la suerte lo lleva es el gaucho, y ahora nosotros vivimos errantes sin ninguna dirección, en el abismo, mi amor.
Perdón, vida de mi vida. Perdón si es que te he faltado. Por mí saldría el sol todos los días, por mí no existirían heridas.
Perdoname, mi mor, perdoname por no estar ahí cuando me necesitaste. Perdoname, por mí viviríamos la historia más linda de amor.
Voy a tratar de mostrar mi mejor estabilidad, pero dudo de mi virtud en el equilibrio.
No puedo fingir estar bien, con una sonrisa, cuando se me retuerce el alma...Pero no puedo no estar bien para vos.
Dicen que para escribir, es indispensable sufrir y no puedo quitarle el corazón a tantos poetas.
No hay dolor tan grande como el que tengo, y no hay persona que llene mi vacío más que vos. No sé como descargar todo lo que siento, porque todo lo quiero con vos.
Algunos encierran solos por cuarenta años los daños en las tintas de su lapicero.
Yo no quiero encerrarme en mí, yo quiero que logres entenderme.
No puedo evitar la suerte, como no puedo evitar vivir. Prefiero sonreír todo lo que pueda.
Pero sé que con una sonrisa adelante, la vida continúa...


@Incredulas - 02/07/14

No hay comentarios:

Publicar un comentario