domingo, 16 de marzo de 2014

Entrelazados - Capítulo 11

Celeste entró a su casa y cerró la puerta tras de sí. Se quedó apoyada contra la pared mirando para arriba, con la boca abierta y el corazón temblando fuerte. ¿Por qué había reaccionado así? Quedó como una imbécil. Él le dio uno de los besos más tiernos que haya recibido en su vida, y ella se lo siguió dos segundos y se metió corriendo en su casa. No tenía sentido que haya hecho eso. Ahora Bautista pensaría que era una pendeja enamoradita del chico que se fue a vivir lejos y no lo puede superar. Y no sólo eso, sino que quizá también se haya sentido rechazado. No podía permitirse que Bautista se enoje o se ofenda, ella le tenía cierto aprecio y le bancaba muchísimo todos los mambos que ella presentaba. Con la lluvia cayendo cada vez más fuerte, Celeste volvió a abrir la puerta de su casa, lo vio a Bautista a punto de subirse al taxi y le gritó.
- ¡Bauti!
El joven dio media vuelta, empapándose y ella corrió hacia él, sin miedo de tropezar con los charcos y casi sin verle la cara por la fuerte tormenta que había, pero de todas formas se abalanzó sobre él, a upa, enredando sus piernas en la espalda de Bautista y devolviéndole aquel beso tan tierno que había comenzado él...

Rocío se levantó este nuevo mediodía con ganas de arreglar las cosas. Tenía que hacer buena letra con Lautaro para volver, de verdad lo estaba extrañando mucho. Lo de Nicolás fue un histeriqueo innecesario, ni lo conocía, solamente le parecía un lindo chico y enseguida ella flasheó con él, cuando el pibe parecía pretender una amistad porque encima estaba con una chica. La rubia se dio una ducha, bajó a almorzar algo con sus padres, les dijo que iría a caminar por el parque, se cambió y se fue tranquila pero con el cerebro pensando sin parar, hacia la casa de Lautaro. Tocó timbre una vez y esperó de brazos cruzados mirando hacia el costado. Tenía miedo de que le abra la mamá de Lauti, nunca se cayeron del todo bien y, si sabía lo que había pasado, esto empeoraría las cosas mucho más...Pero de todas formas, quería hablar con su nov...con su ex novio, perdón.
La puerta se abrió de par en par y se asomó Valentina, la hermana más chica de Lauti, que tiene diez años. Al ver a Rocío, la pequeña la abrazó por la cintura.
- ¡Te extrañaba! Hace mucho no venías, ¿por qué?
Rocío le sonrió y recordó las tardes enteras que se la pasaron juntas jugando a las muñecas mientras Lautaro jugaba a la play y boludeaba en la compu. Se habían transformado en grandes compinches y era una de las cosas que influían a la hora de cortar todo con Lautaro. Rocío le acarició el pelo a Valentina, y mientras le preguntaba cómo estaba, evadiendo totalmente la pregunta de la niña, entró en la casa, mirando con disimulo a todos lados y notando que no había nadie.
- ¿Tu hermano no está?
Valentina asintió.
- Arriba...Se supone que me tendría que cuidar, pero está ocupadito me parece.
¿Ocupado? ¿Haciendo qué?. Rocío sonrió de todas formas para disimular su intriga.
- Voy arriba a hablar con él, ¿dale?
- Pero te dije que está ocupado, Rochi.
- ¿No puedo subir?.- ¿Qué estaba pasando? Roció no entendía nada.
- Sí, subí, pero yo te avisé...
Rocío miró a la nena a los ojos, esos ojos tan tiernos esta vez estaban advirtiéndole algo.
- ¿Después jugamos?
Rocío le acarició la carita.
- Después me tengo que ir rápido, pero te prometo que otro día vengo.
Valentina la miró apenada, lo que estaría por ver Rocío no le iba a gustar en absoluto.

Nicolás, Bautista y Pachetti tenían la costumbre de ir a trotar día por medio al parque, más de una hora, ya que no entrenaban durante la semana en el verano. Se morían de calor, sí, pero preferían mantener su estado físico. Si bien Bauti no jugaba a la pelota con ellos, le gustaba mantenerse en forma e ir al gimnasio, y nada mejor que pasar tiempo con amigos mientras te ejercitás.
- Sos un boludo igual, Nico, yo te dije que Rocío estaba re casada.
Mientras trotaban, Nicolás se pasó la mano por la frente, secándose el sudor.
- No pasó nada con Rocío. Ya les dije veinte veces.
- Yo te creo.- comentó Bauti.- Además Lautaro siempre tuvo pinta de celoso y molesto.
- ¿Celoso y molesto?.- dijo Pache.- ¿Vos qué harías si tu novia te dice el nombre de otro pibe en vez del tuyo?
Bautista se quedó en silencio, con mala cara, pensando en lo que había pasado anoche. Cuando terminó de besar a Celeste, la bajó de encima suyo, le corrió el pelo mojado de la cara y le había dicho:
- Sos hermosa. Me encantás.
Celeste con los ojos empañados en lágrimas le había sonreído diciéndole:
- Vos a mí también, Felipe.
Y la situación se desmoronó. Celeste le rogaba perdón mientras Bautista se subía al taxi y se iba a su casa, dejándola bajo la lluvia, lloriqueando y queriéndose morir por su acto fallido.
- Sí, supongo que sería feo.- contestó Nicolás ya que Bautista se quedó callado.- Encima no sé cómo se enteró Malena y me vino a hacer una escenita, re enferma.
- Uh, pero vos te metés con todas locas también.- lo burló Pache.
- Por lo menos estoy con alguien, no como vos, fraca.- Bautista y Nico chocaron manos por el descanso hacia su amigo.
- ¿Qué saben si estoy con alguien o no?.
- ¿Con quién estás? ¿Con la gorda Maca?.- Bautista se rió por el comentario despectivo de Nicolás. Sonaba feo, sí, pero en definitiva todos los hombres y hasta las mujeres tenemos la costumbre de burlar un poco a alguien.
Cuando mencionaron a Macarena, Pache dejó de trotar y se quedó más atrás, mirando a sus amigos seguir su camino. Quedó un poco obnubilado, ¿justo a ella tenían que nombrar? Le dio un poco de angustia que se hayan referido a Macarena como una gorda. A él le gustaba así, además era lo único fijo que tenía, tenía que conformarse sí o sí. Decidió, como hace siempre, seguir la burla hacia Macarena, sintiendo culpa en su interior pero sabiendo que nunca podrían enterarse de esta relación tan oculta. Comenzó a trotar, llegó a ponerse a la par de sus amigos y comentó:
- Mirá si voy a estar con esa fea, ni en pedo.- los tres riéndose continuaron su camino.
El celular de Bautista sonó, lo tomó de su mochila y leyó el mensaje: "¿Podemos hablar?". Eliminó el mensaje, guardó el celular y continuó su trote haciendo caso omiso al mensaje.

Celeste se quería matar literalmente. Otra vez más, lo había arruinado todo. No paraba de confundirse y mandarse cagadas, ya no sabía cómo controlarlo. Recordaba lo mucho que había retado a Rocío por haberse confundido los nombres...pero encima su amiga ni siquiera se los confundió, sino que realmente pensaba que estaba hablando con Nicolás. Lo de la morocha era peor, mucho peor, se confundió de verdad el nombre. Cagó todo completamente. Estaba bastante devastada, pero quería distraerse y no pensar tanto en este quilombo, así que optó por llamar a Maca que hace unos días no la veía, y de hecho la extrañaba. Maca estaba un tanto ofendida por lo de Bautista, sólo que Celeste no se daba cuenta aún, era un tema que tenían pendiente. Macarena aceptó la propuesta de juntarse a tomar unos mates en su casa, por lo que Celeste llegó enseguida ya que vive a corta distancia de lo de su amiga. Se abrazaron fuerte, pusieron el agua a calentar y Celeste se sentó en la mesada de la cocina mientras Maca buscaba unas galletitas.
- ¿Estás mejor?.- preguntó Celeste.
Macarena la miró y sonrió.
- Fue una estupidez lo que hice.
- Me sentí muy culpable...Sobre todo cuando encontramos tu celular con la conversación abierta.
- No pasa nada. Supongo que habrás pensado que le daba nada más, pero el chabón me gusta bastante...Bah, lo vi una sola vez, ¿pero viste cuando flasheás amor a primera vista?.
Celeste sonrió y lanzó un bufido.
- Perdón.
Macarena le guiñó el ojo y le acarició la mano.
- Todo bien, dejémoslo ahí. Si él te tenía ganas a vos, yo no podía hacer nada.
- Qué raro que me digas eso.
- ¿Por qué?
- Pensé que estabas muy ofendida.- Celeste se bajó de la mesada y abrazó a su amiga.
- No me hiciste nada. Quedó en esa noche. Confío en que de verdad no pasó nada entre vos y él porque te cagué totalmente la salida. Ya sabés que Bautista me re cabía, pero fue, no me va a dar bola.
Golpe bajo para Celeste.
- Siempre negativa vos.
- Realista.
Celeste se mordió los labios. Macarena comenzó a pasar el agua de la pava, al termo mientras Celeste ponía las galletitas en una fuentecita decorada con florcitas, muy tierna, muy al estilo de Maca.
- Me tengo que conseguir un novio urgente. No puedo tener dieciocho años y seguir estando sola.- Macarena se auto miró.- Y bue, con este cuerpo y esta cara, mucho no puedo pedir, ¿no?
- Qué pelotuda sos. Sos hermosa, nena. Te falta actitud nada más, y no ser tan negativa. ¿No tenés a nadie en la mira?
Macarena levanta los hombros en señal de no saber, o como que no le importaba. Celeste la miró y abrió los ojos.
- ¿Hay alguien revoloteando?
- Quizá. 
Celeste dejó la fuente y se sentó de nuevo en la mesada.
- No me contaste nada, turra. Dale, ¿soy tu mejor amiga o no?
Macarena respiró hondo. No estaba segura de lo que estaba por hacer pero sentía que no daba para más. Celeste no diría nada, confiaba en ella ciegamente.
- Prometeme que no decís nada. Es bastante groso.
Celeste levanta el dedo meñique.
- Te lo prometo.
- Hace bastante tiempo que...bueno...¿Viste que Pache me vino a ver al hospital?
La cabeza de Celeste hizo click en un instante. Con todos los problemas que se le avecinaron, había olvidado por completo ese pequeño detalle. Tampoco sabía que Macarena había sabido de esa visita sorpresiva. Celeste asintió, esperando expectante que su amiga continúe el relato, tomó una galletita y comenzó a masticarla
- Estamos juntos hace un montón. Bueno, no juntos de juntos, pero...garchamos.
Celeste comenzó a toser, ahogándose con la galletita y escupiendo todo. Pegó un alarido tremendo.
- ¡¿Me estás jodiendo?! ¡¡Hija de puta!! ¡No contaste nada!
- ¡Shhhh!.- Macarena le tapó la boca a Celeste.
- Por favor, amiga, es re groso para mí esto.
- ¡Me lo ocultaste un montón de tiempo!
- Juramos que no contaríamos nada.
Celeste siguió comiendo una galletita mientras su amiga comenzó a contarle toda la historia desde el principio...

Rocío escuchaba la voz de Lautaro constantemente mientras subía las escaleras, rumbo a su habitación. Estaba hablando con alguien, pero no se escuchaba la voz de la otra persona. Optó por espiar para no interrumpir nada, no porque le interese lo que decía, porque seguramente eran huevadas como todo lo que dice Lautaro la mayor parte del tiempo. Asomó un ojo por la rendija de la puerta y lo vio a Lautaro sentado en la computadora con Malena, la chica de Nicolás, a upa de él y riéndose de lo que estaban viendo en el monitor.

¿Cuál será la reacción de Rocío?
¿Bautista perdonará a Celeste?
¿Ya estaba comenzando el plan armado entre Lautaro y Malena?
¿Macarena hacía bien en confiar en su amiga?


Continuará...

7 comentarios:

  1. QUIERO MAS POR FAVORRRRRRRRRRRRRRR. Me dejan con mucha intriga!!!

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  2. Chicas son unas genias. Me siento TAN.identificada con maca. Necesito mas muero de intriga

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  3. Chicas son unas genias. Me siento TAN.identificada con maca. Necesito mas muero de intriga

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  4. Juro que no me lo pueden terminar asi quiero saber que pasa ahora con rocio y lauti

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  5. Chicas esta re linda la historia, con mis amigas nos copamos leyendo en hora de clases. No nos hagan esperar hastael domingo!!! Pasenla mas dias. Besos♡

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  6. me leí los 11 capitulos en 2 horas!!! por favor sigan, muero de intriga!!! muy buena historias chicass

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