Un buen día se puede hacer de pequeños momentos únicos y alegres donde reina la felicidad, la risa, la amistad, la templanza. Por ejemplo, ¿alcanza que nos deseen un buen día para poder tenerlo? ¿Si alguien nos desea un buen día, lo vamos a tener? No, depende de nosotros hacer que este día sea especial: sin dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, levantándonos con el pie derecho...
Los buenos días (y también los malos) están hechos de decisiones buenas y malas, y eso no quiere decir que sean grandes decisiones, sino pequeñas cosas que las hacen grandes, que no son cuestiones de vida o muerte sino de buen o mal humor.
De todas formas, lo que para mí significa un buen día quizá para otro es una mierda y viceversa. Por eso al buen día lo tenemos que armar entre todos, organizar algo juntos en la que estemos de acuerdo con buena onda y energía, con vibra positiva, sin malos tratos, sin discusiones, sin problemas.
Queda en uno mismo lograr que este día no sea ni uno más ni uno menos, sino un día nuevo.
@Incredulas - 24/10/13
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